sábado, 11 de mayo de 2013

EN OCASIONES... ME TORTURAN!!!


En ocasiones creo que las primeras veces están subestimadas, nos creamos unas grandes espectativas y luego se queda todo en un simple "¿y eso es todo?" como el primer beso (suele ser asqueroso) la primera regla (asquerosa y media) la primera cita y un etc de primeras veces y primeras situaciones que tenemos idealizadas.

Pero la maternidad es una primera vez que para nada está subestimada, es cada vez más interesante más emocionante y misteriosa. Los bebés son entrañables, dulces, cariñosos y aunque vomiten y se hagan caca encima son la cosita más preciosa que jamás has podido imaginar. En eso creo que todas las madres estarán de acuerdo conmigo, entonces queridas ¿porqué los sometemos a pequeñas torturas diarias?
Me propuse desde el principio de tener a B en mis brazos que en todo momento probaría todas aquellas cosas que tuviera que hacerle o darle.
 Así que he llegado a la conclusión de que hay cosas que son una pequeña tortura.

Las vacunas ¿son realmente necesarias?¿es necesario hacer pasar un mal rato a nuestro cachorro y pasarlo mal nosotras al escuchar esos gritos de dolor?¿Es realmente tan fuerte el miedo a la posibilidad de que agarre una enfermedad que preferimos que sufra un rato o un día en el caso de que tenga una reacción adversa?¿ Es una tortura física para él o una tortura psicológica para los padres? y un saca pasta si me lo permitís, sin interrogantes.

Los moquitos, esos amiguitos verdes que habitan en las narices de nuestros bebés, porque no se pueden catalogar de mocos aún, ya que no nos entran los dedos en sus naricitas para quitárselos.        ¿Han de ser sacados esos seres con esos aparatos?¿ habéis visto los sacamocos? con razón los niños están aterrorizados cuando te acercas con semejante aparato, tanto el aspirador como la pera, probad a sacaros los mocos con eso, es terrible.

El bañito, ese momento de paz agradable y tranquilo con agua calentita, chapoteando y ale de repente agua en los ojos para quitar el jabón del pelo. Pero que molesto es que te tiren agua en la cara y te entre en los ojos.

El suero fisiológico en los ojos a traición sin avisar, el puré de verduras sin sal con eso si que no puedo ni sin sal ni con sal, entiendo la cara de asco con su primera cucharada, lo que no entiendo es que si pudiera B rebañaría el plato con pan. Los cereales sin miel ni galleta ni gluten ni ...( a ver quién es el listo que desayuna cereales sin nada que les dé "vidilla")

Y un largo etc... porque ya no digo nada de esas madres que para quitarles una mancha de  la cara se mojan el dedo y se lo pasan, las que repeinan a sus hijas con coletas tan estiradas que las niñas van sonriendo todo el día, los bebés muñeco que van embutidos en mantitas que parecen capullos de mariposa que no se les ven ni las manos o esos que van metidos en carritos tapados con plásticos como si fueran lechugas en un invernadero.

Menos mal que esas pequeñas torturas a las que son sometidos se las cobran luego, riéndose a carcajadas cuando nos ven haciendo la conga por haberse comido el puré entero, te muerden el pezón a modo de juego, te estirán de los pelos o te echan la pota cuando ya estás a punto de salir con la ropa recién puesta.

Menos mal que esas pequeñas torturas no se les quedan grabadas en la memoria y para nosotros sean las primeras veces más preciosas de nuestros bebés. El primer corte de pelo, el primer bañito, la primera papilla o su primer resfriado. 
 

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