Bueno ahora si que si, huele a verano y en la calle ya hace un calor
terrible. Salir a pasear con B bajo estas temperaturas es mortal.
Para
él no que va repanchingado en el cochecito, sin zapatos con sombrita,
sino para mi que entre que me sudan las manos y me patina el cochecito y
se me pegan los vaqueros a las piernas es un infierno la calle.
Así que hoy decidí hacer el cambio de armarios, sacar toda la ropa de verano y que mejor que en compañía de mi gran ayudante B.
Como
me temía, él ha ido catando y probando todas las prendas, tocando,
chupando mirando, mientras yo iba probando, tocando e intentando sacarme
vestidos que tenía reservados para volver a ponerme este verano ya que
el verano pasado lo pasé embarazada.
Y AHHHHHHH horror no me entra nada, mi figura nunca volverá a ser la de antes, que depresión.....
JAJAJJAJAJAJJA
carcajadas de B. a pleno pulmón al verme embutida en un vestido negro
monísimo, pero que no podía sacarme, maniobras mil para poder salir de
dentro de él. Mientras B no paraba de gritar de risa. Madre mía me dió
el ataque de risa al verlo a él reír con el vestido a medio quitar.
Al
final lo conseguí, jamás pensé que un momento tan angustioso acabara
siendo tan divertido. Gracias B por sacarme una sonrisa aún teniendo que
pasar todo el verano cubierta por un pareo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario